El cuadro de la Dolorosa del Colegio San Gabriel es una obra religiosa muy conocida en Quito, Ecuador. Esta pintura está ligada a una serie de eventos misteriosos y milagrosos que ocurrieron en la ciudad en 1906.
El Milagro de la Dolorosa
El 20 de abril de 1906, en el Colegio San Gabriel de Quito, un grupo de estudiantes internos se encontraba en su aula de estudio. De repente, los muchachos notaron algo fuera de lo común en la pintura de la Dolorosa que colgaba en una de las paredes. Según los testimonios de los presentes, los ojos de la Virgen comenzaron a moverse, como si cobraran vida. Este hecho causó una gran conmoción y rápidamente atrajo la atención de los sacerdotes jesuitas que dirigían el colegio.
El cuadro representa a la Virgen Dolorosa, una imagen icónica del dolor de María al pie de la cruz. Después de que se reportara el milagro, muchos más testigos, entre estudiantes, maestros y otras personas del colegio, afirmaron haber presenciado los movimientos en los ojos de la Virgen, lo cual fue considerado un signo divino.
Impacto y Devoción
El evento fue tomado por los jesuitas y la comunidad católica de Quito como una señal celestial. Desde entonces, la Dolorosa del Colegio San Gabriel ha sido venerada como una imagen milagrosa, y cada año se celebra una misa especial en honor a este milagro. La devoción hacia esta pintura se ha extendido no solo en Quito, sino en todo Ecuador.
El Colegio San Gabriel se convirtió en un centro de peregrinación para quienes desean orar frente a la imagen de la Virgen Dolorosa, esperando obtener favores o milagros en su vida.
Hasta el día de hoy, la historia de la Dolorosa sigue siendo recordada como uno de los eventos más importantes de la historia religiosa de Ecuador.